Nuestra Historia
La historia de la Población Centenario (1906) nos traslada de manera conmovedora a la historia de un Santiago que, hoy en día, nos cuesta siquiera imaginar. El libro que aquí se nos presenta, dibuja esta historia desde la memoria y la cotidianeidad de sus habitantes. Desde estas voces y prácticas, el barrio se nos aparece como un relato no sólo urbano, sino sobre todo, un relato político donde la condición urbana nace como un aliado indispensable para un proyecto de nación.
El origen corporativo de este barrio, de la mano de la llamada “cuestión social”, es quizás una de las piezas claves de esta historia. La vivienda y el barrio no fueron pensados sólo como un programa de habitaciones más o menos eficientes para resolver las necesidades de quienes las ocuparían. El origen corporativo definió también la forma de ese habitar, un cierto sello identitario que permanecerá en el tiempo. Un habitar que se construirá de la mano de un oficio, primero el de aquellos asalariados de la central eléctrica de tranvías y posteriormente el de carabineros; hasta hoy, donde la multiculturalidad de los oficios y prácticas se impone.

Un barrio residencial en el centro de la ciudad (1930 – 1959)
EL ROL DE LAS ORGANIZACIONES EN LA ARTICULACIÓN DE LA VIDA SOCIAL Para los que viven hoy en el barrio o para los que transitan por esa zona de Santiago, puede ser difícil imaginarse cómo era el Barrio Centenario a mediados de la década del 30. El paisaje urbano y social tenía otra configuración, también eran distintos los objetos utilizados en el cotidiano, así como también las tecnologías que estaban disponibles. Por ejemplo, en el caso del transporte público, el tren era muy importante y estaba muy presente en la vida diaria, más aún con la Estación Mapocho tan cerca de los hogares: “El tren pasaba por la calle, a un costado del estadio. No eran eléctricos, eran a carbón, así que dejaban tremenda humareda. Y si te acercabas mucho cuando pasaba te podían saltar las chispas a la cara. Iba o venía de la Estación Mapocho y paraba en la antigua Estación Yungay, en Balmaceda con Esperanza. Tanto el tren como el tranvía pasaban por la calle, había que tener cuidado al cruzar.” (Sergio Cofré, 90 años).

Inicios
LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA Y EL CINTURÓN FERROVIARIO Si tuviéramos que fijar un año para el nacimiento del Barrio Centenario1 , este sería 1906, aunque los antecedentes que posibilitaron su construcción se remontan a finales del siglo XIX en el marco de lo que se conoce como “La Cuestión Social”. En esos días Chile era un país que recién comenzaba a potenciar su proceso interno de industrialización amparado en políticas económicas especialmente diseñadas para ese fin. Se iniciaba el período presidencial de Pedro Montt y la sociedad en su conjunto vivía grandes transformaciones. Las nuevas industrias requerían nuevos trabajadores y esto atraía a la población rural hacia los núcleos urbanos, especialmente a Santiago. Los migrantes internos pasaron a formar parte de una emergente clase social: el proletariado. 1 De aquí en adelante utilizaremos la denominación “barrio” dentro del relato histórico, aunque en las citas textuales de los vecinos también se hable de “población”. Ambas denominaciones, “Barrio Centenario” y “Población Centenario” son válidas y para efectos prácticos no representan mayor diferencia. Fuente: Memoria Chilena – Rieles en Avda. Mapocho
